miércoles, 29 de octubre de 2008

¿Qué es un Leon? Un señor que Lee mucho.

Yo sólo se que no se nada.

Qué me miras majadero ¿no ves que soy un letrero?

Piiiiiiiirrrrrukki

Qué me miras majadera ¿no ves que estoy como una cafetera?

Oro Puro, el zumo de naranja es Oro Puro.

Hace tiempo me aprendí las cincuenta primeras cifras del número Pi, y te puedo asegurar que nunca en la vida me sirvieron absolutamente para nada. Pero si quieres te las escribo en un papel.






Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.

Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
Y la encina negra,
a medio camino
de Úbeda a Baeza.

Por un ventanal,
entró la lechuza
en la catedral.
San Cristobalón
la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María.

La Virgen habló:
Déjala que beba,
San Cristobalón.

Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
A Santa María
un ramito verde
volando traía.

lunes, 27 de octubre de 2008

Breve

Bueno, escribo sólo un par de líneas porque si lo dejo para luego es el tipo de cosas que nunca cuento. Hoy tuve el seminario éste de pinturas románicas, pero el tema no es lo importante, el tema es que una chica llegó con un zumo y una bolsita de la panadería (lo cual no tiene nada de extraño). Durante la clase de vez en cuando bebía del zumo (lo cual no tiene tampoco nada de extraño). A los 45 minutos, se sacó la bolsita de la panadería, que tenía un sandwich dentro y se puso a disfrutar de su sandwich en primera fila (lo cual al parecer, aquí en Alemania tampoco tiene nada de extraño).
Al poco tiempo, la chica que se sentaba a mi lado sacó un termo (también algo normal) y una taza metálica que tenía una especie de pajita metálica y encima un filtro con hierbas, le echó agua caliente y se puso a disfrutar un super te en su taza metálica con pajita metálica de lo más oriental.
A la próxima clase me llevo un bocata, es una costumbre que no puedo desaprovechar, de hecho tengo que averiguar si se puede llevar uno sushi, o comida china, o algo así.
Por cierto, gracias Lara por comentar siempre, Pablo, deja de criticarme, si no sabes quien es Santiago de la Vorágine (o Jacopo como ya me ha corregido alguno) no importa, simplemente trata de imaginarte como suena en alemán, por otro lado, gracias por ser uno de los fieles del blog, Franchiño, igualmente, sigue escribiendo y enorabuena por pasarte al lado apple de la fuerza.
Aprovecho estas últimas líneas para maldecir a todo aquel que haya recibido una carta mía y no la haya contestado.
Feliz semana.

domingo, 26 de octubre de 2008

Especial Otoño 2

Lo mejor del Otoño es el zumo de manzana. Ya habeis visto las fotos de las manzanas que hemos cogido, pero una vez que se tienen algo así como 350 kilos de manzanas hay que llevarlas a hacer zumo. Aquí en Alemania como ellos son muy aprovechadores uno puede llevar sus propias manzanas a hacer zumo, en algunos casos, el zumo que te dan no es de tus propias manzanas sino zumo que tienen allí, es lo que pasa en Kiel, pero aquí, en un pueblecito a 8 kilómetros de Althegnenberg llevas tu propia fruta y ves como te la convierten en zumo delante de tus ojos, tu ayudas a echarlas y esas cosas.
Lo que pasa, es que sólo les pasan un agua para hacerlas zumo, por eso antes de prensarlas hay que lavarlas bien. La mañana del viernes nos la pasamos lavando manzanas, pero sólo nos dio tiempo de lavar 200 kilos de manzanas por los que nos quedan un montón de manzanas sin prensar que tarde o temprano se convertirán en Apfelstrudel. Por cierto, en la foto podeis ver cuando estábamos empezando y teníamos un cestillo de manzanas (aunque Marialuisa se lavó la tarde anterior algo así como 50 kilos) y en la siguiente foto podeis ver cuando ya estábamos acabando de lavar. También una foto del coche lleno de manzanas antes de convertirse en zumo.
Mientras lavábamos manzanas pasó un erizo por ahí, un pequeño erizillo que al parecer es demasiado jóven para sobrevivir al duro invierno, por eso Marialuisa le sacó comida de gato. Yo dije que para engordarle le podíamos dar el tocino del jamón que por cierto nos trajo mi padre cuando estuvo aquí, pero al parecer el jamón está demasiado salado, porque los erizos no comen comida salada,así que se tuvo que conformar con la comida para gatos. Lo tenemos que engordar lo más rápido posible para que tenga mucha energía para la invernación. Porque si no tiene suficiente energía, puede que se despierte en mitad del invierno, y luego no se puede volver a dormir.
En fin, volviendo a las manzanas las llevamos a este sitio estupendo, y tenían una super máquina donde uno metía las manzanas, y estas se pasaban por agua y se trituraban, luego la manzana triturada se envolvía en tela y se coloca a capas en la prensa, se prensa y sale el zumo. Luego el zumo bajaba y subía por un cable por la pared, pasaba al otro lado de la pared a unos toneles y se calienta a 80 grados para matarle lo que haga falta. Finalmente nos las guardaron en unas estupendas bolsitas de cinco litros (por cierto salieron 160 litros de zumo), pero 20 litros los metimos en un bidón sin cocer, es en plan zumo natural de verdad, nos tenemos que beber esos 20 litros en 3 días antes de que se estropee. Os dejo una foto con el coche lleno de zumo y por cierto, también una foto de los restos de las manzanas, se las dan al guardabosque y éste los usa como alimento para los jabalís creo, o algo así.
Por cierto, decir también que el lunes pasado comimos en el jardín, y este sábado vino Philipp a pasar el fin de semana y hicimos Kafé y Kuchen en el jardín, por supuesto, Apfelstrudel, calentito con helado por encima derritiéndose, el cielo azul, las hojas amarillas y naranjas, y de nuevo el olor a hierba recién cortada porque Norbert volvió a pasar la cortacesped. Además, Strauss el erizo vino a hacernos una visita, le he llamado Strauss (como Richard Strauss, que no el tal Johan), porque es ruidoso y pincha (la música del Richard Strauss también me pincha un poco), pero por supuesto es un nombre con cariño.



domingo, 19 de octubre de 2008

Especial Otoño

Alena describió el Otoño como la estación del año en que los árboles cambian de colores, y basándome en la anterior prosposición, creo que estoy en posición de afirmar que: En efecto, es Otoño.
Es Otoño y cada barrio de Munich está más bonito que el anterior, incluso más cerca, aquí en Althegnenberg la entrada de la casa se ha convertido en un lecho de hojas, o más allá, en Neuschwanstein los árboles de colores y los laguitos hacen que parezca una postal, claro que Neuschwanstein siempre parece una postal.
En fin, ¿por dónde empezar?. La verdad que en mi mente tenía bastante claro lo que quería decir en este postiño, pero en ningún momento pensé cómo contarlo. Supongo que dado que llevo todo el día hablando con Sofía utilizaré un vocabulario casual con un par de cultismos para intentar convertirlo en algo cool.
Lo que quería decír de forma que pareciera algo profundo, pero no lo he conseguido es que el Otoño en este lugar mola. Mola porque hace un tiempo estupendo, y también mola porque de la mano de esta estación vienen toda una serie de pequeñas cosas que hacen que uno sea un poquitín más feliz como por ejemplo la tarta de manzana.
Si me he decidido hoy a escribir es porque hoy ha sido el día de recoger un poco el jardín, es decir llenar cestas y cestas y cestas de manzanas, y amontonar hojas. El otoño también es la época de las setas, aunque pensé que no saldrían porque como bien sabeis cuando llegué aquí estabamos a siete grados, pero las últimas semanas nos ha acompañado un agradable veranillo. Así pues, cuando llega el fin de semana y por supuesto si las deidades cósmicas lo permiten, ¿qué se hace en otoño? Pues prepararse para el invierno. No se conseguridad los kilos de manzanas que habremos acumulado, pero se que en una cesta caben como doscientas manzanas, y a lo mejor fuera hay como diez cestas (sin contar las chopociencas cestas de manzanas ya podridas, que también hay que recojerlas). También había que cortar un poco el cesped, o recoger cebollino para luego congelarlo, o colocar la leña que luego encenderá las estufas.
Pero lo mejor del Otoño no es eso, lo mejor es sentarse en el jardín a las cuatro o cinco de la tarde cuando todavía no se ha ido el sol, en esas mesitas y sillitas blancas tan de la grenouillere con el olor a cesped recién cortado y a manzanas, y tomarse un delicioso café o te con un estupendísimo Apfelstrudel con nata o helado de vainilla. Todo eso, por supuesto, mientras revolotean las mariposas a nuestro al rededor, y vemos como las ardillas se comen las nueces de MariaLuisa.
Lo mejor del Otoño, es despertarse el domingo por la manaña en Munich (me quedé a dormir en casa de mi amiga Vanessa después de la fiesta erasmus) e ir por la mañana a desayunar por ahí en una terracita. Lo mejor, es ir a coger setas, y luego cenárselas uno mismo. Lo mejor es, que la facultad donde tuve clases de aléman las últimas semanas, estaba en medio del Englischer Garten, que es el super parque de Munich, y uno de los más grandes del Mundo, y todos los días cuando iba y volvía de clase tenía que pasar por delante del Monopteros rodeado de árboles de colores. Lo mejor es la gente bañándose en el Isar, o los surfistas de la Ola. Lo mejor es el cumpleaños de Sofía.

martes, 14 de octubre de 2008

Dos días, dos clases

Por fín he empezado las clases.
Algún día puede que os hable del cursillo de alemán intensivo, o de las excursiones a Murnau y a Neuschwanstein, es más, puede que incluso os cuente algo de la fiesta del sábado pasado, aunque la verdad no hay mucho que decir. Pero para llevar las cosas un poco al día primero os hablaré de mis dos primeros días de clase.
En primer lugar os diré que si lo he calculado todo bien, y si los profesores me dan los créditos que deberían darme, en total tendré 11 horas de clase a la semana, si tenemos en cuenta que las horas alemanas son de 45 minutos, tendré un total de 8 horas y media a la semana. Vamos una vacaciones.
Pero bueno, first things first. Ayer tuve mi primera clase, por desgracia es a las siete de la tarde, lo cual es bastante tarde pues no hay tren de vuelta, pero eso me permitió quedarme a celebrar el cumpleaños de Sofía.
Cuando me fui de Santiago dije que nunca volvería a estudiar en una Facultad tan bonita, y supongo que es cierto. Mi facultad aquí no es demasiado bonita ni histórica, es lo que aquí se diría, Nichts besonderes, de hecho ni si quiera parece una facultad. Está en un barrio residencial estupendo, y en una de las calles hay un edificio verde, de unos cinco pisos que resulta ser la facultad de Historia del Arte. Lo mejor de todo es que de esos cinco edificios, uno son despachos, y tres son biblioteca, la biblioteca más grande de Arte que he visto nunca, estanterías y estanterías de libros una detrás de otra y detrás de otra, todos ellos de Arte, incluído teatro claro, que ocupa prácticamente medio piso. Y luego, en el piso que queda, que es el primero, hay en plan dos habitaciones que son los seminarios, no son demasiado grandes y están llenos de sillas de esas que tienen la mesita incorporada y son lo peor.
Ayer llegué tarde a clase, porque el seminario era de estos que tiene dos puertas con dos número diferentes, y el número que intentaba abrir yo estaba cerrado, hasta que otra chica que llegaba tarde abrió la puerta número dos. Seríamos unos 16, sentados en nuetras sillitas, y un profesor, delante de todo, distinguible básicamente por la mesa de profesor y por la corbata.
Explicó un poco por encima el tema del Seminario, Frescos románicos en los Alpes y su conservación, y luego dijo que para conocernos quería saber en qué curso estábamos y qué idiomas hablábamos, además de la Hauptfach y la Nebenfach.
Bueno, ya me estoy liando, os explicaré brevemente que aquí en Alemania, la gente suele estudiar varias cosas a la vez, digamos que dos o tres carreras, como si fueran una, la gente de mi clase tenía varias combinaciones: Histoira del Arte e Historia de la Medicina, Historia del Arte y Arqueología clásica, Historia del Arte y Literatura Alemana, Historia del Arte y Medievística. Decir que yo era la única que sólo hacía una cosa, pero bueno, también supongo que nosotros nos lo tomamos más enserio.
Lo dicho, cada uno se fue presentando, y todos hablában chorrocientos idiomas, sobre todo latín y francés, a parte del inglés por supuesto, pero como el profesor dijo que el italiano era super importante yo dije que podía leer el italiano, para no quedar mal hablando sólo español e inglés.
Repartió una bibliografía que explicó por encima, nos la tenemos que mirar un poco porque la semana que viene repartirá los temas para los Referats. Un Referat es básicamente una presentación, aquí las clases no las da el profesor, sino los alumnos, y van seguidas de una discusión, digamos que el profesor está como moderador y conocedor de las cuestiones. Para aprobar y que te pongan nota, básicamente tienes que hacer un Referat y un trabajo escrito, en el caso de esta clase, el trabajo escrito es sobre lo mismo que el Referat. Vamos, que no hay exámenes, y creo que en mis otras clases tampoco tendré exámenes pero ya os contaré.
Por cierto, tengo que decir también que salí encantada porque me enteré de todo lo que dijo. Ams, y esta clase es una clase con excursión a los Alpes, para poder ver un poco sobre lo que hemos estudiao.
En cuando a hoy, la clase la tuve a las tres de la tarde, aunque llegué tarde porque el suburbano iba con retraso. Ya veis, no se puede confiar en el transporte público cuando se va justo. De todas formas iba tranquila porque había hablado con este profesor hace un par de semanas para preguntarle si me veía capacitada para asistir a su clase. El tío es un tipo encantador, yo estaba un poco asustada porque tardó en contestarme el e-mail y resulta que es director del Instituto Central de Historia del Arte, así que pensé que se trataría de una celebridad demasiado ocupada como para bajar a la tierra y ocuparse de nosotros pobres alumnos mortales. Pero estaba completamente equivocada, con el tiempo me escribió un e-mail encantador dándome cita para ir a hablar con el.
Como he dicho,es un tío guay, simpático y por supuesto muy listo, pero sobre todo quiso mantener en todo momento una clase en la que todos participaran, salvo yo que no me enteré de la mitad de las cosas que dijo. La clase es sobre la Historia Escrita por decirlo de alguna manera, porque es que no hay forma de traducir el título de esa clase, pero vamos a hablar también de miniaturas y cosas de esas, en la Edad Media.
En primer lugar, preguntó a todo el mundo qué es lo que esperaba ver en esta clase, y luego se puso a explicar un poco. Por ejemplo, explicó algo sobre los cronistas, e iba haciendo preguntas, para ver que es lo que sabemos. ¿Conoceis a algún cronista? Si Otto von Freising, ¿Quién fue el primer cronista medieval? Herodoto, no ese es demasaido antes. Plinio el viejo, no, ese escribía sobre ciencias naturales, ¿Habeis oído hablar de un tal Eusebio?. En fin, toda la gente de mi clase sabía muchas cosas que yo no sabía, y lo más triste de todo, es que todo lo que me podía servir de algo, lo di en primero y no me acuerdo e nada, y mucho menos se como se dice en alemán, tenías que verles pronunciar Santiago de la Vorágine, consiguen que se convierta en algo irreconocible.
Bueno, finalmente, traumatizada como estaba yo por no haberme enterado de la mitad de las cosas, repartió un papelito con posibles temas para el Referat, de los cuales yo no entendí casi ninguno. Me dio un poco de pena, porque yo entendí que ibamos a ver ilustraciones de Biblias y esas cosas, y al parecer nos vamos a dedicar más a las Crónicas, pero bueno, seguro que es igual de divertido. Al final, elegí un tema que nadie quería, el tío no sabía como venderlo, un tal Mateo de París, nadie se interesaba por él y empezó a contar lo guay que era y lo británico que era, así que finalmente me he encontrado con que tengo que hacer un Referat sobre Mateo de París, mi primer tema para un Referat. Empezamos bien, ahora sólo tendré que pelearme con la biblioteca, porque sacar libros en este país es más difícil de lo que yo pensaba.
En cualquier caso, el tío es encantador, y sobre todo muy divertido, de momento no puedo hablaros de los compañeros porque no tuve el honor se charlar con ellos, salvo ayer con una coreana, super riquiña, parece que estoy destinada a conocer coreanas.
En fin, creo que bastante por hoy, ya os iré contando que tal me va, lo que pasa que esta semana de momento ha sido bastante extresante, aunque aún estamos a martes.

Besiños.

martes, 7 de octubre de 2008

And the Oscar goes to . . .

Muy bien Miriam, te has ganao el premio por ser la primera en decir lo de los bárbaros, o bábaros o lo que sea, vamos que tienes razón, que es con v, lo que pasa que ya lo había escrito mal tantas veces que me daba pereza total cambiarlo, así pues decidí esperar a ver si alguien se daba cuenta. Acabas de ganar un lote de moldes de springerle, para cuando encuentre la tienda donde los venden. te congratulamos desde Alemania.

lunes, 6 de octubre de 2008

Perdonad el retraso

Disculpad el retraso pero no conseguía sentarme a escribir sobre la Octoberfest, y por supuesto perdonad la edición, pero ya he movido tantas veces las fotos de sitio que me he cansao, lo importante son las fotos y el texto, qué más da cómo estén colocados. En fin, espero volver a escribir pronto pues ahora ya no hay cerveza que me retenga.

MARINA

jueves, 2 de octubre de 2008

La Pradera

El 12 de Octubre de 1810 el rey Ludwig I de Baviera se casó con la Princesa Therese de Sachsen-Hildburghausen y para celebrarlo organizó una carrera de caballos una pradera a las afueras de la ciudad que terminó llamándose Theresienwiesn, la pradera de Therese. Desde entonces todos los años se fue repitiendo la fiesta con caballos y cerveza, solo que cada año corrían menos caballos y más cerveza.
Ahora la Thereisenwiesn es un mar de asfalto en el que una vez al año florecen tiendas, atracciones y puestecillos de almendras garrapiñadas. Cada año seis millones de personas se acercan a la pradera (o como dicen aquí La Wisn) a beber un par de litros de cerveza. Es lo que todos conocemos como Oktoberfest, a pesar de que hace tiempo que se viene celebrando las últimas dos semanas de Septiembre. Porque nadie se fía de que en Octubre vaya a hacer bueno en Munich. Cuando yo llegué aquí el 15 de Septiembre estábamos a 7 grados aprox, pero el día del cumpleaños de Norbert empezó a hacer bueno, fue el día que empezó la Wisn, y de hecho os diré que unos amigos de mi prima Julia planearon su boda para ese fin de semana porque cuenta la leyenda que todos los años el primer fin de semana de la Wisn el tiempo es más o menos decente.
El martes Thomas nos llevó a mi y a Sofía a introducirnos en el mundillo que es la fiesta de la cerveza, un microcosmos cuyo principal combustible es el lúpulo y la malta. Al subir la demanda suben los precios. 8 euros un litro de cerveza, al parecer tampoco demasiado buena. La explicación de mi primo Philipp es que es cerveza con más alcohol de lo normal, por tanto menos sabrosa y por tanto menos rica, pero mucho mejor para emborracharse por supuesto.
Visto desde fuera es digamos que como Las Fiestas de la Ascensión, pero quizás un poco más grande, bastante más grande. Tengo entendito que es la fiesta popular más grande del mundo, claro que aquí en Munich casi todo es lo más grande del mundo. Vamos, mucha gente, muchos puestos, tiro al blanco, tómbola, la filatelia, coches de choque y grandes carpas. En estas grandes carpas conocidas como Zelt es donde se mete la gente a beber. Como podeis ver en las fotos, suele haber una zona central con orquesta y dos terrazas a cada lado que vendrían a ser los sitios vip. Lo ideal es conseguir una mesa para sentarse, pero no siempre es posible por que lo que en algunas carpas hay mesas para poder beber de pie, las camareras pasan cada poco armadas con litros y litros de cervezas llevando chorrocientas jarras en cada mano. Una vez que tienes la mesa y la cerveza, lo que se hace es beber.
Hay más o menos tradiciones a seguir. La primera de todas es el traje de bábaro (ojo con llamarlo disfraz, es un traje tradicional no un disfraz). Todo bábaro que se precie tiene un traje típico, los hombres llevan unos mantalones de cuero o Lederhose y las chicas llevan unos bonitos vestidos o dirndl que suelen incluir un corpiño y un delantal. Lo mejor según mi opinión son los zapatos de los cuales no tengo ninguna foto, porque tienen un diseño bastante interesante, se atan en un lateral. Como veis es las fotos hay todo tipo de trajes y versiones, desde el sombrero plumoso a la minifada sexi, además de eso uno se puede encontrar otros muchos tipos de criaturas, el otro día nos encontramos a una pandilla de Leprechauns venidos desde Irlanda.
Después de estar bien vestido de bábaro, o en su defecto de turista se entra en una carpa, se pide una cerveza, y se come Bretzn, por supuesto, y se canta canciones tradicionales bábaras. Hay una canción especial para brindar que suena en todas las carpas aproximadamente cada diez minutos, la gente se pone después sobre las mesas y empieza a cantar:
Ein prosit, Ein prosit der gemütlichkeit !!!!
Ein prosit, Ein prosit der gemütlichkeit !!!!
En castellano se podría traducir algo así como:
Un brindis, un brindis por la tranquilidad !!!!!
Un brindis, un brindis por la comodidad !!!!!
Lo siento pero Gemütlichkeit no tiene realmente una traducción en castellano, se refiere a tranquilidad, comodidad, acogedor etc.
Desde mi punto de vista, la sensación es bastante parecida a un botellón, supongo que un botellón con música, bábaros, y gente de 16 años para arriba sin límite de edad. El comportamiento de la gente es similar al botellón, hay de todo, mayormente borrachos, todo el mundo habla con todo el mundo, todo el mundo abraza a todo el mundo, y por supuesto siempre está el clásico baboso, o también vimos una travesti operada que se sacaba gente con cualquiera que se le acercara a manosearla. Nosotros entramos en una carpa y nos pusimos en la zona de pie, con los primeros que encontramos, y la verdad que cómo yo no tenía la más minima intención de socializarme con desconocidos borrachos de 40 años me dediqué a hacerme la extranjera que no entiende nada. Poco a poco fueron apareciendo todos los primos, e incluso un ratito estuvimos sentados, pero fuera de la carpa. Y luego volvimos a dentro, en total llegamos a las cuatro de la tarde y estuvimos hasta que cerraron a las 11 y media. A esa hora se deja de servir cerveza y se va todo el mundo, pero tiene sentido si se tiene en cuenta que llevan sirviendo cerveza desde por la mañana.
El marte fue el gran día, y luego fui un par de días más pero sin mucho que decir porque pasé de entrar en ninguna carpa, subí a la noria esperando hacer alguna bonita foto, pero nunca consigo ir a la Octoberfest con un cielo azul, y además la noria costaba casi 5 euros. Pero desde luego lo que más me gustó fue el Käsekrainer. Lo probé el martes, pues a las once de la noche, después de haber estado todo el día viendo como la gente bebía cerveza, y tras haberme alimentado tan sólo de almendras garrapiñadas estaba bastante muerta de hambre. Vi un puestecillo y reconocí la palabra Käse, queso, y le pregunté a Thomas qué era aquello. Se trata de una especialidad austriaca que viene a ser una gran salchicha bien rellena de queso, he probado las salchichas con queso, pero nunca las grandes salchichas rellenas de queso, además tiene un gustirrinín a picante, y fue, tal y como me prometió Thomas la mejor salchicha del mundo.
A parte de eso, también me llamó la atención que había a la entrada de la berbena un puesto de correos donde vendían sellos, y si mandabas las cartas desde allí te ponían un bonito matasellos de la Octoberfest. Por cierto, a los pocos afortunados que han recibido una carta con matasellos de la octoberfest ya me están contestando . . . .
¿Qué más decir? Papá estuvo aquí este fin de semana y parece que él si que se lo pasó mejor en la Octoberfest, pero es que tengo entendido que una condición indispensable para pasarlo bien es beber cerveza. No quiero ofrender a mis primos, no lo pasé mal, pero los que habeis salido conmigo sabeis que soy el tipo de persona que se queda a fuera del antro pertinente, sentada en el suelo discutiendo el sentido de la vida o el verdadero color de los semáforos. No suelo aguantar mucho en un sitio, sobre todo si no hay sitio a mi alrededor, y en la carpa, el vacío había sido llenado con borrachos corpulentos.
Por cierto, paseaba por allí una chiquilla con un control de alcoholemia. No era para luego poder coger el coche, era para calcular la cantidad de alcohol en la respiración y luego darte un diploma de gran bebedor.



Datos personales